Desminado Humanitario

Desminado Humanitario

En 1992, la Organización de los Estados Americanos creó el Programa de Asistencia para el Desminado en Centroamérica (PADCA) en respuesta a las solicitudes de los estados centroamericanos, como Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Guatemala, afectados por minas antipersonal. Desde entonces, el Programa ha evolucionado dentro de una visión eminentemente humanitaria, para restaurar condiciones de vida seguras, productivas, libres de la amenaza de las minas, en comunidades previamente afectadas por las minas. Luego de seis años de experiencia y considerando la importancia del tema, por el impacto de las minas en el desarrollo, en los derechos humanos, en la igualdad de género y en las necesidades de los niños y jóvenes, entre otros diversos aspectos sociales, el Programa ha ampliado su capacidad asistencial, convirtiéndose, en 1998, en el Programa de Acción Integral contra las Minas Antipersonal (AICMA).

El tema del desminado humanitario en el continente americano ha evolucionado desde 1992, año en que la OEA creó el Programa de Asistencia para el Desminado en Centroamérica (PADCA), en respuesta a las solicitudes de Estados centroamericanos como Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Guatemala, afectada por minas antipersonal. Este programa ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, respondiendo a la necesidad de restablecer las condiciones de seguridad de la vida humana y el desarrollo de las poblaciones afectadas por la presencia de minas antipersonal.

Ante tal evolución, el Programa amplió su capacidad asistencial, convirtiéndose, en 1998, en el Programa de Acción Integral contra las Minas Antipersonal (AICMA), de carácter eminentemente humanitario, a través del cual busca restablecer las condiciones de vida y la confianza de los ciudadanos, reducir la amenaza y el peligro causado por los artefactos explosivos y minas antipersonal, así como recuperar el uso de las tierras afectadas para actividades productivas. Es un programa multilateral en el que, además de los países apoyados, participan en el esfuerzo un número considerable de donantes y naciones contribuyentes, además de organizaciones internacionales y entidades no gubernamentales.

La JID, en su rol ante la OEA en materia militar y de defensa, brinda asesoría técnica al Programa AICMA/OEA, teniendo como marco legal los acuerdos marco entre la OEA y los países beneficiarios, la Convención de Ottawa y los lineamientos de la JID, aprobados por el Consejo de Delegados. Para hacer esto, realice las siguientes tareas:

  • Controlar y coordinar las misiones de Desminado Humanitario en curso;
  • Selección de asesores técnicos proporcionados por los países miembros del JID;
  • Brindar cursos de educación y capacitación para el personal militar involucrado en actividades de desminado;
  • Asesorar equipos y procedimientos para los trabajos a realizar, de acuerdo con los estándares internacionales; e
  • Es Asesorar a la OEA en la compra de insumos y equipo técnico.