4 de abril, Día Internacional de Concienciación sobre las Minas y Asistencia en la Acción contra las Minas.
La Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción, también conocida como la Convención de Ottawa, se firmó en 1997. Desde entonces, ha sido adoptada por más de 160 países como parte de los esfuerzos de la comunidad internacional para reducir los daños restantes a las poblaciones en las zonas posteriores a los conflictos armados.
Sin embargo, tras 20 años de descenso constante, el número de víctimas de minas en el mundo ha vuelto a aumentar desde 2017, debido al crecimiento de su uso en conflictos internos, principalmente en Siria, Libia, Yemen, Irak y Ucrania, además de la gran cantidad de artefactos improvisados activos en Colombia.
Colombia ha estado plagada de conflictos internos desde la década de 1960 y un subproducto de estos conflictos es la alta incidencia de minas antipersonal, artefactos explosivos improvisados y municiones fallidas.
El 3 de diciembre de 1997 Colombia suscribió la Convención de Ottawa, la cual fue ratificada el 6 de septiembre de 2000 y entró en vigor el 1 de marzo de 2001. a nivel nacional, principalmente en los campos donde habitan comunidades campesinas, afro descendientes e indígenas. Los MAP no distinguen a hombres, mujeres, niños, combatientes o civiles, lo que constituye una grave violación de los derechos humanos.
El siguiente paso fue la creación de la Comisión Intersectorial de Acción contra las Minas Antipersonal y el Observatorio de Minas Antipersonal. Así, Colombia comenzó a desarrollar un sistema nacional, regional y local responsable de las tareas básicas de la Acción Integral contra las Minas Antipersonal: desminado humanitario; MAP educación en riesgos; asistencia y rehabilitación de las víctimas; y abogacía.
En este trabajo se involucraron la comunidad internacional, las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y organizaciones no gubernamentales, conformando un Programa de Acción Integral contra las Minas Antipersonal en Colombia. En 2006, comenzó a formarse y organizarse la primera Compañía de Desminado por parte del Ejército Nacional de Colombia, la cual recibió entrenamiento directamente del personal militar de la Junta Interamericana de Defensa (JID) en apoyo a la OEA. Ese año se creó el Grupo de Monitores Interamericanos de la Misión de Asistencia de la Organización de los Estados Americanos al Plan Nacional de Desminado en Colombia (GMI-CO), bajo la coordinación de la JID. Posteriormente, en 2015, se creó el Grupo de Asesores Técnicos Interamericanos en Colombia (GATI-CO), también bajo la coordinación de la JID.
En los primeros años de trabajo se implementaron acciones relevantes como la limpieza de bases militares protegidas con estos dispositivos, la destrucción de arsenales, el desarrollo de capacidades para el Desminado Humanitario (material, organización, personal capacitado y doctrina), el inicio de Educación en Riesgo de Minas y atención y rehabilitación de víctimas. En 2009, el gobierno colombiano solicitó a la OEA ampliar el acuerdo para incluir la participación de organizaciones civiles no gubernamentales nacionales e internacionales en el desminado humanitario en el país.
Hasta 2016, Colombia era el 2º país del mundo en número de víctimas de MAP y Restos Explosivos de Guerra (EGW), después de Afganistán, y el 1º en número de víctimas de la Fuerza Pública. Actualmente, Colombia se encuentra entre los seis países del mundo en número de víctimas en general, y entre los tres países en número de víctimas de la Fuerza Pública. Desde 1990 hasta la fecha límite del 28 de febrero de 2023, se registraron en Colombia 12.322 víctimas MAP y REG, de las cuales el 81% resultaron heridas y el 19% fallecieron. El 59% son fuerzas de seguridad y el 41% son civiles, el 89% son adultos, 1.270 niños y 663 mujeres.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, en Colombia hay un promedio de 419.000 personas que necesitan Asistencia Humanitaria y viven en áreas contaminadas por MAP o Municiones Usadas Sin Explotar (MUSE).
Así, aunque hay una disminución en el número de accidentes de este tipo, el número de víctimas en general y también la proporción de víctimas civiles, en comparación con las víctimas de las fuerzas de seguridad, ha aumentado desde 2016, como consecuencia de nuevas disputas territoriales entre grupos armados, que aumentan la contaminación de varias zonas con MAP y REG. Otro dato preocupante es que, según la Autoridad Nacional de Colombia, si bien las poblaciones indígenas y afrocolombianas representan cerca del 11,1% de la población colombiana, representaron el 28,5% del total de víctimas de las MAP y REG en 2021.
Los avances en Colombia en la limpieza de áreas contaminadas por MAP y REG son relevantes: de 2004 a 2022 se limpiaron casi 12 millones de metros cuadrados, se destruyeron más de 3.000 MAP, casi 400 Artefactos Explosivos Improvisados y más de 1.000 REG. Para 2022, Colombia había logrado declarar 254 municipios libres de sospechas de MAP y GER, pero aún quedaban otros 131 por intervenir.
El 8 de diciembre de 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la Resolución 60/97, declaró que «Cada año, el 4 de abril será proclamado y observado como el Día Internacional de Concienciación sobre las Minas y Asistencia en la Acción contra las Minas».
Naciones Unidas reafirmó así su preocupación por este grave problema humanitario, por la falta de desarrollo provocada por la presencia de MAP y GER, y por las terribles consecuencias sociales y económicas para las poblaciones afectadas. Además de las amenazas que estos artefactos furtivos y altamente letales traen para la seguridad, salud y vida de la población civil y del personal que participa en los programas y operaciones humanitarias implementadas para limpiar las áreas contaminadas por MAP y REG.
En palabras de un sobreviviente de la MAP, integrante de la Asociación de Sobrevivientes de Minas Antipersonales que Luchan por la Dignidad y la Paz (Asodigpaz-Colombia), en el Día Internacional de Concienciación sobre las Minas y Asistencia en la Acción contra las Minas: «Es importante, porque es el día cuando todos los sobrevivientes de minas antipersonal alcen su voz en rechazo a las minas antipersonal, para cambiar la mentalidad del mundo, es un día que demuestra que existimos, que estamos ahí, pero también que otros no sobrevivieron y que debemos recordar, para que los actores armados también recuerden que las minas son armas indiscriminadas, que pueden tener como víctimas a niños o campesinos”.



